Si no has estado tan obsesionado/a como yo en los últimos meses (cosa que puedo entender) puede que te hayas perdido la aparición de herramientas como Cursor, Replit Agent, v0, Bolt o Lovable.
Estas son herramientas que te permiten construir código a partir de texto en minutos. Gracias a los modelos de inteligencia artificial, entrenados (y ajustados) para crear código, es capaz de procesar y entender una serie de requerimientos que le pidas y convertirlo en una aplicación en el stack tecnológico que desees. Después, pulsa un botón y se convertirá en una aplicación desplegada en un servidor.
Casi como ¿magia?
La verdad es que suena demasiado bonito como para ser verdad, pero la realidad es que esto es un cambio total a la manera que entendemos de trasladar ideas a artefactos que podamos tocar e interactuar. Con esto puedes:
Y mucho más…
Es por eso que vamos a adentrarnos en el mundo de estas herramientas para entender cómo funcionan, cuál es más apropiada para ti y cómo sacarle el máximo provecho.
En este ecosistema principalmente hay tres grandes tipos de herramientas, cada una con su público, ventajas e inconvenientes.
Vamos a ir viendo uno a uno para poder entender la categoría, sus aplicaciones, ventajas y desventajas.
Ideal para: Aplicaciones sencillas (como mucho una página) en las que el diseño no sea importante. Geniales como acompañantes de tu proceso de desarrollo en la fase estratégica.
Si has utilizado ChatGPT en algún momento, sabrás que le puedes tanto pedir que te escriba código como que modifique un código que tú le pases. Esto hace que se convierta en un gran aliado a la hora de poder desarrollar proyectos. Sin embargo no tiene la capacidad de ejecutar ese código (bueno, con matices) y que lo puedas convertir en una aplicación real.
Por poner un ejemplo, si le pido a ChatGPT: Hazme una calculadora de leads para una agencia inmobiliaria, nos dará lo siguiente.
Es cierto que Claude en este caso nos proporciona una previsualización gracias a sus artefactos, lo que hace que sea mucho mejor de cara a desarrollar aplicaciones interactivas, por poder ver el resultado de tu desarrollo en tiempo real. Sin embargo, si quieres ejecutarlo, tendrás que montar un servidor (o hacerlo en local) en un entorno de desarrollo.
Tampoco son útiles para hacer aplicaciones complejas, ya que no es capaz de generar varias páginas dentro de una misma aplicación. Sin embargo para un primer prototipo es más que suficiente.
Entonces, ¿para qué uso esto?
Principalmente su mayor virtud es ayudarte en la fase inicial del desarrollo, ayudándote a definir los requerimientos y funcionalidades de lo que quieres hacer, creando documentos conocidos como PRD.
También te pueden servir para desatascarte en el proceso de desarrollo, si la herramienta que utilizas te encuentras con un bug en concreto que no es capaz de resolver. Será capaz de darte ideas de cómo puedes continuar en tu proceso de desarrollo y resolverlo - si no directamente darte los cambios necesarios.
Ideal para: Prototipos con más de una funcionalidad, con múltiples páginas, que necesite conectarse a un backend y si no tienes mucho conocimiento técnico.
Para las personas que no tenemos mucho conocimiento técnico, probablemente sea el entorno en el que te sientas más cómodo para conseguir productos digitales que realmente sean usables (y que puedas subir a producción).
La principal diferencia es el hosting y la gestión de todo el backoffice de la herramienta. Las aplicaciones tienen tres grandes partes: un cliente, el servidor y la base de datos. El cliente es con lo que interactúas (lo que sería el front-end), el servidor hace de puente entre cliente y base de datos, y en la base de datos guardamos toda la información de nuestra aplicación de manera permanente.
Que se ocupe de todo esto por ti simplifica enormemente la complejidad de hacer productos, ya que con solo darle a publicar, podrás tener tu proyecto publicado en Netlify (una herramienta que ofrece planes gratuitos de hosting).
Además, a la hora de ir construyendo la herramienta podrás ver una previsualización completamente funcional en tu navegador, lo que te permitirá ir probándola en directo.
Bolt.new es una de las herramientas más populares del momento para construir estos prototipos. Gracias a su sencilla interfaz (pero robustas funcionalidades) es capaz de permitirte hacer una herramienta completamente funcional. Sus integraciones nativas con Netlify y Supabase te permiten añadir funcionalidades de bases de datos y aplicaciones que llamen a datos de manera “segura”.
Como base, desarrolla en cualquier framework que quieras, utilizando principalmente Tailwind y Shadcn como librerías de diseño, lo que hace que por defecto lo que construyas se vea bastante bonito. Como ejemplo una herramienta que hemos creado en esta herramienta con un solo prompt: Hazme una herramienta para llevar un registro de mis hábitos
Lovable se ha convertido en la niña bonita de las personas que no sabemos programar. Adoptando un enfoque muy similar a Bolt.new, se centra más en el perfil del “Indie maker”, la persona que quiere construir pequeños productos para poder vivir de ellos vendiéndolos.
De ahí que pongan foco en integraciones como la de Stripe (nativa) o Supabase (al igual que bolt).
La principal diferencia entre ambas es cómo te cobran. Mientras que en lovable tienes un número de “prompts” al mes que puedes ir gastando, en Bolt.new te cobran por tokens, aunque no sabes cuántos gastas en cada una de las operaciones que hagas. Además, en Lovable no puedes ver el código de manera sencilla (sí que integrarte con Github).
Aquí un ejemplo de la misma aplicación con el mismo prompt:
v0 es una plataforma desarrollada por Vercel. Su principal foco está en el diseño de interfaces, siendo quizá una de las herramientas que mejores diseños obtienes con la menor cantidad de prompts.
Bajo su carcasa hay prácticamente lo mismo que en las anteriores, salvo que aquí te mueves en entorno de Vercel, a diferencia de Lovable y Bolt que utilizan Netlify.
Replit Agent es una herramienta desarrollada por Replit, pero que aunque todo el mundo habla maravillas de ella, no he tenido la suerte de poderla probar, por lo que de momento no tengo información sobre ella.
Por resumir:
Cualquiera de estas tres herramientas es una buena elección, por lo que te recomiendo que las pruebes en profundidad para ver cuál es la que mejor se adapta a ti.
Entramos en el territorio de los pesos pesados. Las herramientas que están pensadas para que la gente que tiene conocimiento técnico pueda realmente brillar.
De todo lo que hemos visto hasta ahora es la opción más adecuada para construir auténticos SaaS complejos, ya que te permiten gestionar de una manera sencilla aplicaciones multi página, que requieran autenticación o conectarte a cualquier base de datos.
El precio a pagar es que no te lo ponen fácil si vienes de un entorno completamente agnóstico al código. El setup necesario para poder desplegar tu aplicación es bastante tedioso y complejo las primeras veces.
Y la razón de ello es que estás escribiendo código, solo que lo haces a través de un asistente. La unidad principal sobre la que trabaja es tu base de código, lo que te permite que puedas incluso subir tu propio código y hacer modificaciones mucho más rápido gracias a la inteligencia artificial.
Cursor es la herramienta más destacada del mercado sin duda alguna. Es una aplicación que es necesario descargar y que te proporciona un entorno en el que poder trabajar con ficheros de código.
Es capaz tanto de generar nuevos archivos como de modificar los ya existentes, entendiendo qué es lo que quieres hacer, el código que actualmente ya tienes y permitiéndote hacer prácticamente lo que quieras.
La contrapartida es evidente: es necesario saber programar y tener bastante background técnico para brillar en Cursor. Si bien sin conocimientos de programación podrás aprender dedicándole tiempo y esfuerzo, la curva de entrada es muy superior a cualquiera de las herramientas que hemos visto hasta ahora.
De manera muy similar, Windsurf ofrece la misma experiencia, con ligeras diferencias tanto en la interfaz como en el funcionamiento. Esta particularmente no la he probado, así que tampoco tengo referencias.
Por resumir:
Cualquiera de estas herramientas te pueden funcionar bien, especialmente para personas que tienen conocimientos técnicos y saben montar un entorno para desarrollo como dios manda.
La decisión, evidentemente aquí es personal. Dependiendo de tus ganas de frustrarte en el proceso de aprender a usarlas, de la complejidad de lo que quieras montar y de tu background técnico te sentirás más cómodo con una u otra.
Hemos hecho esta infografía para enseñarte mejor las herramientas y ayudarte a decidir un poco mejor:
Personalmente, me quedo con Bolt.new y Lovable.dev, cualquiera de las dos es una gran alternativa, con un pricing similar (quizá Bolt más barato) y una experiencia para personas que no saben programar bastante bien resuelta.
He intentado aprender a usar Cursor y en verdad me parece una complejidad bastante mayor de la que me gustaría para empezar a ser productivo, por lo que lo dejo para otro tipo de perfiles.
Si te piensas que estas herramientas son magia y van a permitirte escribir un prompt y mágicamente tener un producto funcional, ya puedes irte olvidando de ello.
A día de hoy, estas herramientas aún tienen ciertas limitaciones que son bastante evidentes cuando empiezas a hacer cosas más complejas, especialmente si no tienes conocimientos técnicos que te permitan solventar los bloqueos y los errores que pueda dar la herramienta.
Adolecen también de no ser capaces de conseguir la interfaz exactamente que buscas, más allá de usar librerías de componentes.
Pero quizá lo más importante es que no están teniendo en cuenta la seguridad e integridad de la herramienta. La responsabilidad de que tengas una herramienta que funcione y que sea segura recae en ti mismo y no es un tema baladí. Puedes estar haciendo conexiones no seguras a tu backend, desvelando claves API y tantas otras cosas que es necesario tener en cuenta.
Es por eso que, sabiendo estas limitaciones, hay dos o tres grandes áreas en las que tiene sentido utilizar este tipo de herramientas:
✅ Prototipado de ideas: Si tienes una idea de una nueva funcionalidad que añadirías a tu herramienta, o quieres hacer un primer esbozo de cómo te imaginas que podría ser una nueva línea de negocio, ahora tienes los recursos a tu mano para poder construir una versión funcional en minutos.
El tener algo tangible te permitirá transmitir mucho mejor tu idea, ya sea un marketplace, un SaaS o una mejora de un flujo dentro de tu proyecto. Si bien conseguir la interfaz exacta de lo que ya tienes es casi imposible es realmente fácil conseguir hacer algo MUY similar que sirva para el propósito que buscas.
✅ Construir Side-Projects: Si quieres construir un mini-negocio o una mini-herramienta que te permita obtener ingresos adicionales o simplemente divertirte un rato, esto es perfecto.
Conectando un par de APIs, con una interfaz sencilla es posible construir herramientas que miles de personas utilicen, como la que generé con mi novia para hacer planes semanales de comidas:
https://menudelasemanadeiria.netlify.app/
De la idea a la ejecución en menos de una hora. Más de 2000 planes generados en dos días. Todo sin una línea de código escrita por un servidor.
✅ Mini-SaaS: Coge una API que sea interesante, construye una interfaz sobre ella usando componentes de ShadCN o Untitled UI y ya tienes un proyecto que te permita tener experiencia y quien sabe, incluso montarte un negocio.
Con imaginación y un poco de tiempo libre, cualquier persona puede construir productos digitales. Con sus limitaciones, si, pero es sorprendente realmente lo que puedes llegar a construir con unos buenos prompts y una base sólida de conocimiento.
Es por eso que quiero cerrar esta edición con los tips más importantes la hora de usar estas herramientas.
Al final, como todo es práctica. Sin embargo los límites de lo que se puede hacer sin programar son prácticamente infinitos ahora mismo. Y esto es solo la peor versión que usaremos de estas herramientas. El futuro es esperanzador.