Alumno NocodeHackers
Sonia trabajaba en el mundo del marketing y comunicación en el ámbito deportivo cuando descubrió el mundo del No-code, enamorándose de Bubble para construir los proyectos que siempre han rondado su cabeza.
Ahora busca convertirse en Bubble Developer y crear proyectos que solucionen necesidades reales de usuarios.
Soy una persona alegre a la que le encanta crear, nunca me canso de aprender y afrontar retos es lo que mantiene mi espíritu vivo. Desde siempre me ha gustado todo lo que tenga que ver con la tecnología, trastear con herramientas nuevas y pasar incontables horas buceando entre tweets o vídeos en YouTube.
Trabajaba como freelance de marketing, organización de eventos y comunicación, creando estrategias de activación de patrocinio y consiguiendo acercar el mundo del deporte a la afición con experiencias únicas, Vi el anuncio del Product Marketing Camp y me pareció una oferta irrechazable. Poder aprender no sólo herramientas nocode como Webflow sino también de vuestra experiencia como agencia, de vuestros procesos, etc. Fue una experiencia inolvidable en la que además de aprender de los profesores cada semana tuve la suerte de estar rodeada de alumnos que eran excelentes en su trabajo y muchos de ellos, referentes.
Desde que os conocí, para mi Nocodehackers ha sido sinónimo de calidad. Cuando me apunté lo hice por las buenas referencias que tenía y por el hecho de que los profesores son profesionales que día a día se dedican a esto. Actualmente lo considero una manera estupenda de seguir aprendiendo sobre las nuevas herramientas que salen al mercado y es por eso que tras el Product Marketing Camp realicé el No Code Workshop y en la última edición, el Bubble Camp con Pablo Heredia.
Me llevo los conocimientos adquiridos pero también ese sentimiento de que hay más gente a la que le apasiona crear y nunca dejar de aprender. Esa solidaridad y apoyo del equipo de Nocodehackers hacia quienes entramos en este mundo es sin duda una de las cosas más valiosas y estoy segura de que a medio plazo, la comunidad seguirá creciendo para que podamos retroalimentarnos y ayudarnos entre todos los makers.
Las posibilidades casi infinitas. El tener ese lienzo en blanco y que cualquier idea que te ronde en la cabeza la puedas hacer realidad. Programar visualmente cada función, cada detalle del producto es como tener un super poder, una varita mágica con la que transformar deseos en realidades en menos tiempo de lo que supondría aprender a programar y crearlos con código puro.
Me encantan los hackatons, reunirme virtualmente con gente que está en cualquier lugar del mundo y crear. Es una sensación increíble el poder pulsar el botón de “live” tras un periodo corto pero muy intenso de tiempo y ver que todo funciona y la gente se registra. ¿Cómo es mi proceso? Lo primero que hago es sacar una idea del día a día. Observo a mi alrededor para encontrar una necesidad y que la app que desarrolle pueda solventarla. Una vez identificada, hago un esquema en Figma con las características básicas que debe cumplir para que me sirva como guía y un boceto de las pantallas, para después pasar ya directamente a Bubble. Comienzo con el sistema de diseño, sigo con el registro de usuarios y con el desarrollo de cada una de las funcionalidades. Las testeo y una vez confirmado que todo funciona, ¡misión completada!
El Bubble Camp ha supuesto un antes y un después en mi carrera profesional. Me ha hecho replantearme el camino que llevaba hasta ahora y apostar por la creación de productos digitales. Ahora mismo busco un lugar donde poder afrontar este tipo de retos para seguir desarrollándome como Bubble developer y poder seguir experimentando esa sensación de orgullo, al ver cómo los productos digitales nacen y toman vida.