n8n y Make son las dos plataformas de automatización más potentes de 2025. Una te lo pone fácil desde el minuto uno. La otra te da control total, escalabilidad y libertad.
Vamos a ver sus pros y contras, para que puedas decidir cuál te conviene más.
Make tiene un editor visual con módulos conectables tipo "flowchart". Puedes construir escenarios complejos sin tocar código. Para quienes valoran la inmediatez y la experiencia visual, es ideal.
Con más de 2.400 integraciones listas para usar, puedes conectar CRM, hojas de cálculo, herramientas de marketing y más, sin configurar APIs manualmente.
Está pensada para que cualquier persona pueda automatizar procesos en minutos, incluso sin conocimientos técnicos. La curva de aprendizaje es baja.
Make incluye características como SOC2, cifrado de datos, SSO y soporte 24/7 en sus planes empresariales. Es una solución robusta y confiable para empresas grandes.
Puedes instalar n8n en tu propio servidor y no pagar nada por ejecución. Esto te da control total sobre tus flujos, datos y costes.
n8n permite crear automatizaciones con decisiones inteligentes integrando modelos como GPT-4. Puedes crear agentes que analicen y actúen sin intervención humana.
Permite escribir JavaScript dentro del flujo, crear nodos personalizados y controlar cada detalle técnico del proceso. Si sabes programar, es un lienzo en blanco.
A diferencia de Make, n8n no cobra por operación. Con self-hosting, puedes ejecutar miles de flujos sin que aumente tu factura.
Cada módulo que usas cuenta como una operación. Si un escenario tiene 10 módulos y se ejecuta 1.000 veces, pagarás por 10.000 operaciones.
No puedes modificar cómo funciona la herramienta, ni usar código dentro de módulos. Si necesitas algo muy específico, puede quedarse corta.
No hay versión autoalojable. Siempre dependes del ecosistema de Make y sus planes de precios.
Esta funcionalidad aún está en fase beta, y es menos flexible que n8n. Necesitas crear escenarios adicionales como “herramientas” en lugar de integrarse directamente al flujo, y no permiten memoria personalizada ni nodos integrados.
Aunque tiene interfaz visual, n8n está más orientado a perfiles técnicos. Requiere entender estructuras de datos y lógica de programación.
Aunque tiene más de 400 integraciones, muchas conexiones requieren usar el nodo HTTP Request y configurarlas manualmente.
Si optas por self-hosting, tendrás que encargarte de actualizaciones, copias de seguridad, y posibles errores del servidor.
Te dejamos una tabla con el resumen:
Si estás empezando, Make es más accesible y rápido de usar. Es perfecta para validar ideas, montar automatizaciones simples y ver resultados en cuestión de minutos.
Si buscas escalabilidad y control, n8n lleva la delantera. No pagarás por cada operación, puedes alojarlo tú mismo y adaptarlo a medida. Ideal para makers técnicos o proyectos que crecen rápido.
Y si eres alguien técnico, n8n se convierte en una herramienta sin límites. Puedes integrar código, IA, APIs complejas y construir sistemas automatizados avanzados con total libertad.
En cambio, si tu día a día requiere automatizar tareas sencillas pero frecuentes, como mover datos entre apps o enviar correos automáticos, Make cumple perfectamente y con mejor experiencia inicial.
Como ves, ambas herramientas son muy potentes y podría interesarte aprenderlas según el punto en el que te encuentres.
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